Qué son los agronegocios

¿Qué son los agronegocios?

Un agronegocio es todo aquel negocio que está enfocado al agro. De inicio, con esto podemos comprender de lo que estamos hablando; sin embargo, la realidad es que el mundo de los agronegocios es complejo.

Cada agronegocio constituye una unidad de negocio, y por lo tanto, busca generar una cierta rentabilidad económica.

Y los agronegocios están presentes en todos lados, pues de hecho el concepto de agronegocios abarca toda las cadenas de valor agroalimentarias.

¿Qué tipos de agronegocios existen?

Podemos separar a los agronegocios en 2 grandes tipos:

En primer lugar están los agronegocios que se enfocan a la producción de alimentos, y que se conocen justamente como agronegocios de producción. Aquí estamos hablando de todas las empresas de producción agrícola, cuya esencia consiste en cultivar, cosechar y vender productos agrícolas. Este tipo de agronegocios tiene particularidades que los distinguen:

  • Desarrollan algún proceso productivo, en el que la parte central está compuesta por uno o varios cultivos, ya sean para consumo humano, consumo animal o como materia prima para otras industrias.
  • Estas empresas agrícolas necesitan una serie de insumos, materiales, herramientas y maquinaria, con los cuales impulsan y cuidan el desarrollo de sus cultivos.
  • Su rentabilidad depende en gran medida de rendimientos y precios de venta; es decir, deben producir lo más posible, y tratar de vender al mayor precio posible.

Luego, en segundo lugar están los agronegocios que se enfocan en suministrar los productos y servicios que los primeros requieren, lo cuales se conocen justamente como agronegocios de productos y servicios. Pueden ser desde cosas muy básicas, como semillas, fertilizantes, plaguicidas y sistemas de riego, hasta soluciones más avanzadas, como drones, softwares de gestión y automatización. Sus mayores particularidades son:

  • Ofrecen una o varias soluciones que las empresas de producción requieren, por lo que son esenciales para la productividad agrícola de un país.
  • Necesitan comprender las necesidades de las empresas de producción, pues solo de esta manera su oferta de productos y servicios resulta relevante.

Ambos tipos mencionados previamente son agronegocios, porque sus inversiones y retornos sobre la inversión están directamente ligados al quehacer agrícola.

De hecho, ambos tipos de agronegocios están interconectados, al grado de que si al primer tipo le va mal, al segundo también, y viceversa.

Sin embargo, aquí es importante hacer una pregunta para seguir profundizando en el tema…

¿Una empresa dedicada al transporte de mercancías, entre ellas productos agroalimentarios, se puede considerar un agronegocio?

Sabemos que el transporte es fundamental para que los productos agrícolas lleguen desde los campos hasta los centros de transformación o consumo. ¿Entonces?

Desde mi punto de vista sí, se trata de un agronegocio si al menos una parte de su operación depende del sector agrícola. Por supuesto, habrá quienes digan que es una empresa del ramo transportista, más que del ramo agrícola, y estoy de acuerdo, por lo que quizá aquí habría que ir más profundo: si esta empresa perdiera sus clientes agrícolas, ¿seguiría siendo rentable con el transporte de otro tipo de mercancías? En caso de que no, entonces yo la considero un agronegocio.

Y bueno, este es solo un ejemplo de empresas sobre las que podrían existir dudas si son agronegocios o no. Yo mismo trabajé en una financiera para agroexportadores que utilizaba tecnologías digitales, y a veces surgía el tema: ¿Somos una empresa agrícola o somos una empresa tecnológica? La respuesta casi siempre fue, somos ambas.

Por supuesto, hay casos en los cuáles la duda persiste aún más. Por ejemplo, una empresa de limpieza de baños que ofrece el servicio a agrícolas. ¿Es esta empresa un agronegocio? Posiblemente no, se trata de una empresa de limpieza en toda la extensión de la palabra, porque a diferencia de la empresa de transporte, la de limpieza no tiene ningún tipo de contacto o responsabilidad con el producto agrícola.

Luego vienen los supermercados, que ofrecen, y por lo tanto, manipulan, productos agrícolas, pero nadie diríamos que se trata de agronegocios, porque sabemos bien que se tratan de negocios de ventas minoristas. En cambio, los proveedores que le hacen llegar los productos frescos que requieren, esos si tienen desarrollado un agronegocio.

Entonces, una vez que complicamos las cosas, volvamos a simplificarlas: un agronegocio es aquel negocio cuya rentabilidad se basa en cualquier actividad directamente relacionada con la agricultura, como puede ser la producción, distribución y comercialización, o que implemente algún proceso de industrialización, o con la oferta de soluciones que faciliten de alguna manera dichas actividades, siempre y cuando estas constituyan la parte central de sus operaciones.

Por lo tanto, aquellos negocios indirectamente ligados con la agricultura, podrían o no ser agronegocios, pero cada caso se debe analizar por separado.

Y claro, debo mencionar que hasta el momento solo he hablado de agricultura, pero recordemos que dentro del sector primario hay otros tipos de actividades, que también dan pie a la existencia de agronegocios:

  • Actividades ganaderas.
  • Actividades silvícolas.
  • Actividades forestales.
  • Actividades pesqueras.

Un rancho lechero es un agronegocio, un aserradero es un agronegocio, una granja de peces es un agronegocio, etc.

Así que como te das cuenta, los agronegocios están presentes prácticamente en todos lados, con lo cual podemos afirmar que constituyen la base de nuestra sociedad, porque permiten obtener los alimentos que humanos y otros animales requerimos, sí, pero también porque generan las materias primas que otras industrias necesitan para crear todo tipo de productos que necesitamos en nuestras vidas.

¿Cuál es el objetivo de los agronegocios?

Si hemos comprendido qué son los agronegocios y qué tipos existen, ahora la siguiente pregunta lógica es: ¿para qué existen?, ¿cuál es su objetivo principal?

La respuesta más sencilla es que los agronegocios existen para generar valor a partir de la producción, transformación y comercialización de productos agropecuarios, pesqueros y forestales. Pero, como todo en este tema, la realidad es más compleja.

Desde el punto de vista económico, el objetivo central de cualquier agronegocio es generar rentabilidad. No importa si hablamos de una empresa productora de hortalizas, un proveedor de insumos agrícolas o una agroindustria, todas tienen en común que buscan obtener ganancias a partir de su actividad principal. Sin embargo, la forma en que logran esta rentabilidad varía según su modelo de negocio y la posición que ocupan en la cadena de valor agroalimentaria.

Pero los agronegocios no solo buscan rentabilidad; también cumplen funciones clave para la sociedad y el desarrollo sostenible. Entre sus principales objetivos podemos destacar:

  • Garantizar el abastecimiento de alimentos y materias primas: Sin agronegocios no habría producción agrícola, ganadera, pesquera o forestal en una escala suficiente para abastecer a la población. De ahí su papel fundamental en la seguridad alimentaria y en la provisión de insumos para otras industrias.
  • Optimizar recursos y mejorar la productividad: Cada agronegocio, desde un pequeño productor hasta una gran agroindustria, busca ser más eficiente en el uso de sus recursos (tierra, agua, insumos, tecnología) para maximizar su producción con el menor costo posible.
  • Innovar y adoptar tecnología: En un sector tan dependiente de factores como el clima, la disponibilidad de agua o la fertilidad del suelo, la innovación es clave. Los agronegocios buscan constantemente nuevas formas de producir más con menos, ya sea mediante el uso de semillas mejoradas, automatización, biotecnología o inteligencia artificial.
  • Reducir el impacto ambiental: A medida que crece la conciencia sobre la sostenibilidad, muchos agronegocios buscan reducir su huella ecológica, adoptando prácticas agrícolas regenerativas, uso eficiente del agua o minimización de residuos en sus procesos.
  • Generar empleo y desarrollo económico: Los agronegocios son motores económicos en muchas regiones, especialmente en áreas rurales, donde generan empleo y promueven el desarrollo local. Además, impulsan la actividad de otros sectores relacionados, como el transporte, la logística y la agroindustria.

Por lo tanto, aunque la rentabilidad es el objetivo más evidente de los agronegocios, su impacto va mucho más allá de lo financiero. Son la base de un sistema productivo que no solo alimenta a la sociedad, sino que también contribuye al desarrollo económico, tecnológico y sostenible del mundo.

¿Por qué son importantes los agronegocios?

Los agronegocios son esenciales para el desarrollo social y económico de cualquier país. Su importancia va mucho más allá de la simple producción de alimentos, ya que son una parte clave de la estabilidad económica, la seguridad alimentaria y la generación de empleo.

Para empezar, los agronegocios garantizan el abastecimiento de alimentos a nivel global. Sin ellos, no habría una estructura organizada que permitiera producir, distribuir y comercializar los productos agrícolas de manera eficiente. Esto es fundamental para la alimentación de la población y la reducción del hambre en el mundo.

Además, los agronegocios impulsan el crecimiento económico, ya que generan millones de empleos en diferentes niveles. Desde el campo hasta la agroindustria, pasando por la distribución y comercialización, este sector ofrece oportunidades laborales en todo el mundo. De hecho, en muchos países en desarrollo, la agricultura y sus actividades relacionadas representan una de las principales fuentes de empleo e ingresos.

Otro aspecto clave es su impacto en la innovación y el desarrollo tecnológico. La necesidad de producir más con menos recursos ha llevado al avance de tecnologías agrícolas, desde maquinaria automatizada hasta soluciones digitales que optimizan el uso del agua, los fertilizantes y otros insumos. Los agronegocios, al ser un sector altamente dinámico, son el motor de estas innovaciones que no solo benefician al sector, sino que también pueden aplicarse en otras industrias.

Por otro lado, los agronegocios tienen un papel crucial en la sostenibilidad ambiental. La manera en que se producen los alimentos y se utilizan los recursos naturales tiene un impacto directo en el medio ambiente. Empresas dentro de este sector están impulsando prácticas agrícolas regenerativas, el uso de biotecnología y soluciones más eficientes para reducir la huella ecológica de la producción agroalimentaria.

Finalmente, no podemos dejar de lado su influencia en la estabilidad geopolítica. Los países que dependen demasiado de las importaciones de alimentos son más vulnerables a crisis económicas y conflictos internacionales. En cambio, aquellos con un sector agroindustrial fuerte tienen una mayor independencia y estabilidad, lo que les permite negociar en mejores condiciones en el comercio global.

Con todo esto es fácil comprender su enorme importancia.

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