Aprende a escapar de la invisibilidad laboral en el agro

Aprende a escapar de la invisibilidad laboral en el agro

Si tu carrera laboral fuese un videojuego, la invisibilidad sería el mayor enemigo que enfrentarías.

Solo que a diferencia de un videojuego, no lo enfrentarías hasta el momento final, sino que la afrontas desde el primer momento que pones un pie fuera de la universidad.

En los negocios hay un dicho que dice que “el más conocido siempre le gana al mejor”. Y también aplica a la perfección para los profesionales agrícolas.

Durante años lo viví en primera persona en una empresa del sector: Quienes sacaban la chamba eran los de perfil técnico, y quienes ganaban los bonos eran los líderes no técnicos (no sie5mpre, pero entiendes a lo que me refiero).

¿Sabes que la diferencia de salario entre quienes resuelven problemas técnicos y quienes toman las decisiones estratégicas puede ser del doble o triple? A favor de estos últimos, por supuesto.

Un excompañero de trabajo, actualmente convertido a un muy buen amigo mío, siempre se quejaba:

  • “Nuestro jefe sabe menos que nosotros y aún así gana el doble.”
  • “Nosotros somos los que resolvemos y él se lleva el crédito”.
  • “¿Por qué el hace mucho menos trabajo que nosotros?”

Y cosas por el estilo.

Durante algunos años lo escuché quejarse amargamente una y otra vez.

Y no te voy a mentir… Yo también tuve mi etapa en la que caí en ese espiral de quejas. Porque es muy fácil quejarse (muuuy fácil de hecho).

Pero lo que verdaderamente me carcomía en esos tiempos era mi frustración.

Me frustraba no entender las reglas del juego. Unas reglas que otros parecía que sabían a la perfección, y que por lo tanto me sacaban mucha ventaja.

¿Si hacía un muy buen trabajo, por qué no lo notaban, por qué no me ascendían sin tener que pedirlo?

El sistema me hizo creer que si hacía un buen trabajo me iría bien, que no necesitaba nada más.

¡Error!

Necesitas vencer la invisibilidad:

  • Comunicar lo que haces y lo que logras.
  • Pedir lo que mereces de forma inteligente.
  • Hacerte presente con buenas participaciones.

Lo que no te contaron en la escuela

Partamos de un punto que nadie puede negar…

Como profesional del agro hay muchas cosas que si te contaron en la universidad:

  • Cómo llevar un cultivo de siembra a cosecha.
  • Cómo calcular riego, fertilizantes y otras cosas.
  • Cómo estimar el impacto de factores adversos.
  • Cómo conocer las características del suelo y agua.
  • Cómo combatir patógenos que merman la producción.

No son conocimientos vanales, y vaya que tiene su mérito que lo hayas aprendido (y que ahora los domines).

Es más, si estudiaste alguna especialidad durante tu carrera, como horticultura, irrigación, agroindustrias, maquinaria agrícola, etc., entonces cuentas con una enorme montaña de conocimientos técnicos especializados, además de los conocimientos generales sobre agricultura que todas las carreras agrícolas enseñan.

Todos esos conocimientos constituyen el core de tu ser profesional.

Sin ellos no podrías realizar trabajos en el sector agrícola; básicamente porque no entenderías lo que implica la producción, el transporte, la comercialización y la transformación de productos agrícolas.

Sin embargo, aquí viene el gran peeeeero…

Los conocimientos técnicos ya no bastan para ser un profesional agrícola exitoso.

Si. Así como lo lees.

-Desconozco tu definición de éxito, pero si incluye cuestiones como buen salario, equilibrio vida/trabajo, reconocimiento laboral, posiciones de liderazgo, emprender tu propio proyecto, etc… Entonces hablamos de lo mismo.-

¿Quieres ser exitoso(a)? a pregunta sale sobrando, ¿verdad?

La cambio por: ¿Habrá alguien que no quiera ser exitoso(a)?

Pues bien, para lograrlo el aspecto técnico es necesario, pero ya no basta (lo repito porque es fundamental que lo asimiles).

¿Hay profesionales agrícolas que son exitosos debido mayoritariamente a sus conocimientos técnicos? ¡Por supuesto!

Si eres un crack en lo tuyo, tu también lo puedes lograr.

Es decir, si eres el mejor (o la mejor) en lo que haces, por lo menos a nivel regional, el trabajo nunca te va a faltar; te lo puedo asegurar.

Para ello tienes que estar dentro del top 3% en tu área de especialidad.

Si lo estás, entonces deja de leerme y ve a hacer lo que sabes hacer.

Pero si no lo estás, entonces quédate conmigo, porque si no eres un gurú en tu tema, no es que estés relegado a la segunda fila de la vida, sino que necesitas comprender que tu camino al éxito es distinto, porque incluye…

Tan tan tan tan…

¡El desarrollo de tus habilidades humanas!

-Como a esto me dedico, decidí nombrarlas así, aunque la mayoría las conoce como habilidades blandas (o soft skills si trabajas en una agroempresa muy acá), porque lo blandito o blandengue no me gusta.-

Básicamente la fórmula es la siguiente:

Todo tu expertise técnico + Algunas habilidades clave = Éxito laboral asegurado.

¿Es fácil? No
¿Es inmediato? No
¿Es para todos? No

Y como siempre digo: si fuera fácil todo el mundo lo haría, y entonces no sería un diferenciador. En otras palabras, esto es una buena noticia para ti.

No te pierdas: Empieza por CAMPO

Ahora bien. ¿Cómo es posible que hayas aprendido tantísimos conocimientos técnicos en la universidad y ahora te cueste aprender una sola habilidad laboral?

Sencillo:

Por mucho que nos quejemos que en la universidad no nos enseñaron esto o aquello, si nos enseñaron mucha teoría agrícola de forma estructurada.

¡Y la estructura es la clave!

Además, es mucho lo que puedes aprender dentro del área de habilidades humanas. Tanto que tan solo de pensarlo terminas abrumado(a).

¿Quieres un punto de partida?

Antes de que elijas cualquier habilidad con posible impacto en tu actualidad laboral, dale una revisada a mi estructura: CAMPO.

Contexto

Dónde estás ahora vs Dónde te gustaría estar.

Si me dieran 100 pesos por cada profesional agrícola que se lanza de cabeza en el internet, para buscar cursos y otras cosillas, pero sin saber exactamente que habilidad debe mejorar, ya sería millonario.

De hecho, trabajé en una empresa en la que todos querían formarse en liderazgo… ¿Really? ¿Es la única habilidad que se te viene a la mente?

Dedica tiempo a conocer tu contexto.

No es pérdida de tiempo, es la primera gran inversión que puedes hacer en ti mismo(a).

  • ¿Cuánto ganas ahora y cuánto quieres ganar?
  • ¿Cuál es tu relación operativo/estratégico y cual quieres que sea?
  • ¿Recibes o das las instrucciones?
  • ¿Tienes la última palabra o te gustaría tenerla?
  • ¿Cuántas horas estás en la empresa y cuántas quisieras estar?

Hazte preguntas de este tipo y define tu punto A (donde estás ahora mismo en las cosas que te importan) y tu punto B (donde te gustaría estar, digamos, en 5 años).

Si, tienes que ponerle un plazo. Puede ser en 1 año o en 10 años, me da igual, pero atrévete a visualizarte en el futuro.

Y si, no creo que te visualices peor de como estás ahora. El objetivo en la vida es mejorar conforme pasa el tiempo.

Pero, esto te permite tener más claro lo que tienes que hacer para pasar del punto A al punto B.

Lo digo por experiencia.

Actitud

Básicamente hay 2 tipos de profesionales agrícolas (bueno, de profesionales de cualquier tipo, pero el resto fuera del agro no me interesan)…

  1. Los que encuentran un problema para cada solución.
  2. Los que encuentran una solución para cada problema.

Y según mi estimómetro, estimo que los primeros son más abundantes en una relación de 9 a 1. Si, como lo lees, 9 de cada 10 profesionales agrícolas ven el vaso medio vacío, y solo el 10% ven el vaso medio lleno.

¿Puedes ser exitoso(a) si estás en el primer grupo? Claro, pero te costará como el triple de tiempo, energía y esfuerzo.

Y si estás leyendo esto supongo que quieres avanzar por el camino más directo.

Pues bien. Trabaja tu mentalidad.

Pero como no te vuelves una persona positiva de la noche a la mañana, la forma más fácil es:

Primero. Pasa menos tiempo con esos compañeros de trabajo que siempre se quejan (la queja es contagiosa y te lleva a la inacción).

Segundo. Forza a tu mente a encontrar distintas soluciones para cada problema que surja. Si te da pena (o miedo) compartirlas con tu equipo, anótalas en algún sitio.

Tercero (de pilón). Hazme un favor y fastidia a tus compañeros negativos, diciéndoles algo que los incomode cada que se quejen: Por ejemplo, si dicen “nosotros hacemos todo el trabajo y el jefe solo se la pasa sentado en su oficina”, diles algo como “es momento de que te conviertas en el jefe y nos enseñes cómo se hace”.

Alejarás a los compañeros negativos de tu día a día, te lo garantizo.

Maestría

Quizá nadie te ha dicho esto antes:

En una empresa no te pagan por tu belleza (exterior o interior) ni por lo buena gente que eres, ni por lo rico que haces el café. Hay excepciones, lo sé.

Te pagan por resolver problemas.

Problemas que evitan ganar más dinero.

Y sí, una empresa puede llegar a ser un universo muy raro, porque le pueden estar pagando a alguien por arreglar la fotocopiadora, por aumentar la cuota de correos electrónicos que se envían o por ser el soporte emocional de cualquiera que tenga un mal día.

No te puedo decir que eso dura poco, porque conozco personas que llevan en el mismo puesto 15 años, y nadie, absolutamente nadie (ni gerentes, ni supervisores, ni recursos humanos) entienden cómo siguen ahí.

Estos casos entran en un apartado llamado suerte o milagro.

Y si estás leyendo eso es porque no estás dentro de ese apartado.

Así que… ¿Qué problemas resuelves?

Deberías poder explicarme de forma clara los 3 principales problemas que resuelves en tu día, porque todas tus herramientas (conocimientos, habilidades, experiencias, contactos, actitudes) deben servirte de algo.

¿Eres el maestro o la maestra de qué cosas? Me refiero a tener maestría, por supuesto, no a que des una clase.

Aquí la fórmula es muy sencilla:

Resolver mejor lo que ya resuelves + Aprender a resolver nuevas cuestiones.

Ya eres una profesional, ahora conviértete en un solucionador profesional.

Personas

Si los humanos hemos llegado a la Luna es gracias a que podemos tejer redes de personas y lograr cosas que individualmente nadie podría hacer.

Pero también puedes tener un grupo de personas peleando contra un Excel durante horas, y el Excel los termina derrotando. ¿O qué tal un grupo de personas tratando de definir misión, visión y valores? Uf, una maravilla de la naturaleza.

Es decir, las personas se construyen o se destruyen a sí mismas

Y aquí otra cosa que ningún profe de tu universidad te dijo:

Las personas son el mayor atajo en el ámbito laboral.

De hecho, si me pongo exigente, son el único atajo que deberías de tomar. Aléjate de todos los demás atajos que te vendan: fórmulas millonarias, cursos mágicos, cómo entregar resultados sin apenas esfuerzo, etc.

Pero las personas solo son un atajo cuando están dentro de tu red de contactos. Es decir, que puedas llamarles y que te contesten y dediquen tiempo.

Para logralo solo hay una forma: Preocúpate por ellas.

Llámalas, mándales mensajes, pregúntales como están, escúchalas, invítalas a almorzar, ayúdales con sus problemas.

Así estarán ahí cuando lo requieras (ojo, no siempre; elige bien).

Yo lo aplico siempre. ¿Quiero saber algo de marketing digital? Ya sé a quien llamarle. ¿Quiero saber algo técnico de nutrición? Ya sé a quien llamarle. ¿Quiero una opinión dura y sincera? Ya sé a quien llamarle.

¿Podría hacerlo/aprenderlo yo solo? Claro, pero me tomaría más tiempo, but time is money.

Como reglas generales:

  • Júntate con los que hacen más de lo que dicen.
  • Júntate con quienes siempre buscan la manera.
  • Júntate con personas diversas (no siempre con los mismos).

Oportunidades

Hay 3 cosas que necesitas para aprovechar una oportunidad, en este caso en el ámbito laboral:

  1. Estar en el lugar correcto.
  2. Estar en el momento correcto.

Estas tienen su parte de suerte y su parte de intuición.

  1. Ser la persona correcta.

Esta es la que le falla a muchos.

Tuve un compañero de trabajo ansioso por ser promovido. Cursos de liderazgo, cursos de comunicación, cursos de hablar en público, cursos de ventas, etc.

En fin, parecía un cuchillo con mucho filo.

Cuando se habría la vacante que tanto quería, quedó fuera por su escaso dominio del idioma inglés.

Se dio el lugar y se dio el momento, pero aún no se había convertido en la persona correcta.

Todo el análisis de tu contexto, la mejora de tu actitud, la maestría en ciertas habilidades y el conectar con las personas correctas te llevará, inevitablemente, a un destino:

Más y mejores oportunidades laborales.

¿Pero de que te van a servir si no vas a ser la persona correcta?

Solo vas a ver pasar el tren pero no te vas a poder subir.

Y eso es triste.

Lo he visto y lo he vivido.

¿Qué te vuelve la persona correcta?

Todo lo anterior. Que no lo escribí solo por gusto.

Bienvenido(a) al nivel de los profesionales visibles

Deja de esperar que tu trabajo hable por ti.

No tengo ninguna duda de que es bueno, pero tampoco tengo dudas de que, alguien que hace menos y comunica más, te ganará con una mano en la cintura.

Algo que Dante no nos dijo en su Divina Comedia fue que al décimo círculo se van todos los profesionales (ahora sí de cualquier industria) cuya vida es deprimente, consumidos por la queja de que “alguien más se lleva el crédito que les corresponde”.

¡Levanta la mano, da un paso al frente, expresa tus opiniones!

¡Haz que todo el mundo sepa que estás presente!