¿Estás preparado(a) para aprovechar consejos?

A lo largo de tu vida escuchas muchos consejos para los que simplemente no estás preparado. A veces oyes una frase que te resuena profundamente, sientes que tiene poder y verdad, pero algo en ti no termina de asimilarla completamente. Puedes repetir esos consejos, compartirlos, incluso inspirarte con ellos, pero en el fondo sabes que no estás listo para aplicarlos.

¿Por qué sucede esto? Porque el entendimiento de un consejo no es suficiente, también se necesita contexto, experiencia y el momento adecuado. No basta con escuchar algo valioso, tienes que vivir ciertas cosas para que ese consejo realmente cobre sentido. Es como si escucharas el consejo de correr un maratón antes de haber aprendido a caminar bien. Sabes que correr es una meta admirable, pero aún no estás en condiciones de lograrlo.

Lo que más sorprende es que esos mismos consejos que hoy no puedes aplicar, con el tiempo adquieren un nuevo significado. Llegará el momento en que todo lo que escuchaste en el pasado, lo que parecía lejano y abstracto, se convertirá en algo profundamente práctico. Pero para que eso ocurra, tienes que pasar por tu propio proceso, cometer tus propios errores, ganar tus propias cicatrices.

Es por eso que no debes frustrarte si un consejo no te lleva a la acción de inmediato. No todos los consejos son para ser aplicados en el momento en que los recibes. Algunos son semillas que deben madurar con el tiempo, mientras tú vives, creces y te enfrentas a tus propias batallas. Al final, los consejos no sirven de nada si no estás preparado para recibirlos. Pero cuando ese momento llega, esas palabras que parecían solo teoría se convierten en una guía poderosa.

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